Un sistema inmunológico intacto es fundamental para llevar una vida sana y activa. Especialmente en épocas en las que los virus y las bacterias atacan con más fuerza, contar con unas defensas bien reguladas es un verdadero tesoro. Pero, ¿qué hacer cuando la función inmunológica está debilitada y nos volvemos más propensos a todo tipo de infecciones?
Una vez más, la respuesta la encontramos en hildegarda de bingen, la gran experta en salud natural de la Edad Media. En sus escritos nos dejó un valioso legado de hierbas, especias y alimentos que fortalecen y regulan el sistema inmunológico desde dentro.
Uno de los grandes aliados para reforzar las defensas es, sin duda, el Bertram, conocido también como Anacyclus pyrethrum. Esta raíz discreta esconde un gran potencial: contiene glucosinolatos y aceites esenciales con efectos antibacterianos y antivirales. Si masticas un trozo de raíz de bertram seca, estimularás la producción de saliva y activarás las defensas locales en la boca y la garganta, lo que resulta ideal para protegerte de los virus del resfriado.
El tradicional equinácea, Echinacea purpurea, también merece un lugar especial en tu botiquín natural. Los pueblos indígenas de Norteamérica ya lo valoraban como un remedio para fortalecer las defensas. Esto se debe a los polisacáridos y alquilamidas que contiene, que activan el sistema inmunológico. Tomada en infusión, tintura o jugo, la equinácea es una compañera fiable durante los meses fríos.
Y no podemos olvidar al saúco, al que hildegarda llamaba cariñosamente "Holderbaum". Tanto las flores como las bayas del saúco negro (Sambucus nigra) son auténticos aliados para las defensas. Contienen flavonoides, antocianinas y vitamina C, que actúan contra bacterias y virus. Una infusión de flores de saúco, por ejemplo, puede ayudarte a frenar un resfriado en sus primeras etapas.
Si buscas aún más fuerza natural, lo mejor es recurrir directamente al elixir fortalecedor del sistema inmunológico de Hildegarda. Esta mezcla equilibrada de hierbas, con equinácea, flores de saúco y raíz de bertram, estimula las defensas en varios niveles. Tomada durante varias semanas, preferiblemente como una cura en los cambios de estación, ayuda a mantener el organismo en plena forma de manera duradera.
Por supuesto, el estilo de vida también influye cuando queremos fortalecer nuestro sistema inmunológico. Hildegarda recomienda una alimentación equilibrada y natural, mucho movimiento al aire libre y un sueño reparador en cantidad suficiente. También las aplicaciones Kneipp y las visitas regulares a la sauna benefician al sistema inmunológico, ya que estimulan la circulación y ayudan a eliminar toxinas.
Con la fuerza de la naturaleza y un estilo de vida consciente, podemos hacer mucho para fortalecer nuestro sistema inmunológico de manera duradera. La Medicina de Hildegarda nos ofrece desde hace siglos las herramientas necesarias para ello. ¡Anímate a probarlo!
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